La mayor concentración de basura no tratada correctamente se da en países subdesarrollados, que por lo general no cuentan con tecnología y recursos suficientes para hacer frente a este problema ecológico.
En estos países los insumos industriales más usados no son para nada indefensos. Tal es el caso de la utilización del cianuro en la minería a cielo abierto. Este peligroso metal se filtra hacia los afluentes que proveen de agua a muchas poblaciones.
El caso más paradójico es el de los residuos provenientes del cuidado de la salud. Estos desechos cuando son eliminados a través de la incineración, terminan dañando aquello que pretendían cuidar.
En América Latina los hospitales generan cerca de 4 Kg. de basura por cama por día. El mayor problema deriva de su tratamiento. La incineración es uno de los principales contaminantes del aire.
Algunas ONG`s proponen sistemas alternativos basados en la separación de los residuos derivados de los insumos hospitalarios por tipos, para después disponer de tratamientos apropiados para cada clase de basura.
Un estudio reciente indica que el 85 por ciento de los desechos de los hospitales es muy similar a la basura domiciliaria, esto significa que muchos elementos, como los plásticos y papeles pueden reciclarse. Otro 10 por ciento representa un peligro de contagio de enfermedades infecciosas; se trata de insumos medicos como jeringas y bisturís, para lo que proponen una desinfección química antes de ser desechados. Por último están los químicos, que representan menos del 5 por ciento del total de los residuos. Aunque parezca increíble la mayoría de estos químicos pueden reutilizarse, a pesar de ello hoy se desecha todo.
Ahora ya saben, a grandes rasgos, a dónde van a parar algunas de las cosas que utilizamos todos los días; cuando los insumos, tan útiles, se convierten en basura peligrosa.